Los quemadores de gas son una parte fundamental de la industria, si queremos mantenerlos en perfecto estado debemos conocer sus tareas de mantenimiento y la periodicidad de estas. A continuación encontrarás una guía completa para su correcto cuidado: 

¿Qué es el quemador de gas? 

El quemador de gas es uno de los elementos más importantes del sistema de calefacción y en especial de la caldera, que es donde se produce la combustión

El quemador de gas se sitúa, por norma general, adosado a la caldera. Para acoplarlo de forma segura se emplea una brida o una capa de acoplamiento con protección refractaria. Hasta el quemador llegan la alimentación eléctrica y el combustible

Del buen estado del quemador depende en gran parte que la caldera funcione correctamente, pues es el encargado principal de realizar un buen proceso de combustión. 

¿Qué función desempeña?

El quemador de gas transforma el combustible en gas si no lo está de antemano, también lo pulveriza en gotas menores a una micra de diámetro para que se mezclen con el aire que se encuentra dentro de la caldera, siempre en las proporciones óptimas para una combustión eficiente.

Mantenimiento adecuado de los quemadores de gas

Como sucede en todos los elementos industriales el quemador de gas necesita un correcto mantenimiento para llevar a cabo su cometido de la mejor manera. Podemos diferenciar entre dos tipos de mantenimiento: Preventivo y correctivo. 

Mantenimiento preventivo

Son todas las tareas que aseguran un buen rendimiento energético, las condiciones de seguridad adecuadas y el óptimo cuidado del medio ambiente. Las acciones de mantenimiento preventivo deben llevarse a cabo durante toda la vida útil del quemador. 

El mantenimiento preventivo se divide en múltiples tareas que a su vez tienen una periodicidad diferente; pueden ser diarias, semanales, quincenales, mensuales y anuales.

Además deben registrarse en un documento adecuado para ello, con el fin de que todas las partes implicadas conozcan el estado en que se encuentran los quemadores de gas. 

Estas son algunas de las tareas de mantenimiento preventivo más habituales en los quemadores de gas: 

Tareas diarias: Comprobar el funcionamiento general. Controlar los humos que proceden de la combustión. Supervisar las temperaturas registradas en el termostato. Comprobar el funcionamiento de resistencia de caldeo

Semanales: Verificar la regulación de presión de combustible. Comprobar y limpiar los filtros, electrodos y boquillas de pulverización.  Limpiar y regular los deflectores de aire. Verificar y limpiar las células fotoeléctricas. Comprobar la programación de puesta en marcha. Revisar los distintos elementos de seguridad y enclavamientos.  Verificar las electroválvulas de alimentación de combustible.

Mensuales: Analizar los gases referentes a la combustión: Opacidad, porcentaje de monóxido de carbono (CO), de dióxido de carbono (CO2) y temperatura. 

Anuales Sustituir el conducto del combustible.

Realizar revisiones generales y hacer los arreglos pertinentes.  Repasar la pintura.

Mantenimiento correctivo

El mantenimiento correctivo engloba todas las tareas de reparación por averías y fallos. No tiene una fecha periódica ya que se realiza solamente cuando es necesario.

Suele conllevar el paro completo del funcionamiento de la caldera, lo que suele derivar en un cese del trabajo y una bajada en la producción mientras duran las reparaciones. 

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